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Baccalauréat 2007 Es - S Lv1 - Liban

mis à jour le 27/06/2007


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Séries ES et S Langue vivante 1 - Liban

mots clés : sujet, baccalauréat


Bac 2007 - LIBAN - Séries ES - S Langue vivante 1

Durée : 3 heures
Coefficient : 3

Compréhension et traduction : 10 points
Expression : 10 points
 
EL FRACASO DEL DORSAL 36(1)

El dorsal 36 vuelve a casa contando las baldosas del suelo, ciento trece, ciento catorce, ciento quince. No ha llorado, al acabar la prueba(2) no tenía fuerzas ni para llorar. Se ha sentado en un banco, se ha abrazado la cintura con los brazos y ha respirado hondo [...].

No tendría que haberme comido esa palmeras(3), piensa. Diez días antes, al salir del entrenamiento, estaba tan hambrienta, tan cansada, tan eufórica también ante la perspectiva de la competición y el triunfo que cedió a la tentación de pararse ante un escaparate de una pastelería. En la bolsa llevaba su merienda, un batido energético de soja y una barrita de cereales vitaminados pero eran las ocho de la tarde, estaba agotada, tenía que andar un cuarto de hora hasta la parada del autobús y luego casi lo mismo hasta llegar a casa. Y había entrenado mucho, estaba segura de que su défïcit energético absorbería aquel exceso, y empujó la puerta, se entregó a una vieja emoción de su infancia, pidió una palmera de chocolate, la pagó, la cogió con mucho cuidado dentro de la servilleta y esperó a estar en la calle para darle el primer mordisco

Tiró la mitad de la palmera, exactamente la mitad, a una papelera, y al llegar a casa contestó con entusiasmo a las preguntas de su padre, de su madre. Todo iba muy bien, estaba muy contenta, sus entrenadores la habían felicitado. Era de las mayores del equipo, la segunda más vieja, pero llevaba meses trabajando la flexibilidad, y lo que pudiera perder par ahí lo ganaba en equilibrio, en experiencia. Se iba a clasificar, tenía que clasificarse, aquélla era su gran oportunidad, la última. Sus padres lo sabían, y se lo recordaban todos las días, porque confiaban en ella. A mamá le gustaba evocar en voz alto el incontable número de tardes que había invertido en llevarla y traerla de las gimnasios, Papá sonreía y no decía nada, pero el dorsal número 36 se daba cuenta de que su carrera le consolaba de la traición de su hija mayor, a la que él podría haber convertido en la mejor ajedrecista(4) española de la historia si no se hubiera rendido, si no hubiera explotado una noche en la cena para gritarles a todos que no estaba dispuesta a que su vida consistiera en competir con un reloj y un tablero delante, que solo quería ser una chica normal, corriente, acabar el bachiller, hacer una carrera, tener amigos y salir con ellos los fines de semana. Qué cobarde(5), pensó el dorsal 36 mientras la escuchaba, qué cruel, qué vulgar, qué equivocada está.

Ella había aprendido bien la lección. No tenía amigos, ni falta que la hacían. Una chica de su capacidad, con su ambición, solo necesitaba buenas rivales, y ella las tenía, porque competía a un nivel muy alto. Ése era el único estímulo, la única compañía que necesitaba. Sus padres, sus entrenadores, se lo habían explicado muchas veces. Triunfa, le decían, primero triunfa, destaca, arrasa, y todo lo demás - amigas, novios, viajes, estudios, trabajo vendrá después. Ella les había creído, les había devuelto la confianza que percibía en ellos y se había preparado para triunfar [...].

El dorsal 36 vuelve a casa contando las baldosas del suelo, ciento cuarenta y una, ciento cuarenta y dos, ciento cuarenta y tres. No tendría que haberme comido la palmera, es todo culpa mía, soy una irresponsable, una fracasada(6), una imbécil, Se había caído. Eso era todo, que se había caído, y había perdido la cinta, y el ritmo, y la seguridad en sí misma y se había vuelto a caer. Todavía no lo entendía, no podría entenderlo nunca, cómo había fallado en aquel ejercicio que dominaba a la perfección. No tendría que haberme comido la palmera, una palmera de chocolate, a quién se le ocurre, sólo a mi, a mí, que soy una perdedora y ya no seré otra cosa durante el tiempo que me queda de vida.

El dorsal 36 está acabado. La semana que viene cumple diecisiete años.


Almudena Grandes, El País Semanal, 2 de octubre de 2005.

Notes de vocabulaire

  1. El dorsal 36 : le dossard 36
  2. Al acabar la prueba = al terminar la competición
  3. Una palmera : un gâteau
  4. La ajedrecista : la joueuse d'échecs
  5. Cobarde : lâche
  6. Una fracasada : une ratée
  7. La cinta : le ruban (accessoire du gymnaste)
 
I- Compréhension

  1. ¿Quién es el "dorsal 36"? Haz una breve presentación del personaje citando tres elementos del texto.

  2. ¿Cómo se preparaba el "dorsal 36" para la competición? Apunta tres frases del texto que lo revelan.
     
  3. En qué circunstancias perdió la competición el "dorsal 36"? Apunta dos detalles que las presentan.
     
  4. Apunta los detalles que explican el origen del gusto por la competición que demuestra el dorsal 36
     
  5. ¿Por qué había puesto la familia del "dorsal 36" sus esperanzas en su segunda hija? Apunta una frase que lo indica.

  6. Traduire le texte depuis « Ella había aprendido... jusqu'à ... muchas veces. »


 

II- Expression

  1. Analiza y comenta los sentimientos del "dorsal 36" después de perder la competición, apoyándote en elementos del texto. 

  2. Poco tiempo después, las dos hermanas se encuentran y hablan del fracaso del "dorsal 36". Imagina el diálogo en unas doce líneas.
 
contributeur(s) :

Catherine Prost

information(s) pédagogique(s)

niveau : Terminale, Terminale S, Terminale ES

type pédagogique : sujet d'examen

public visé : enseignant, élève

contexte d'usage : non précisé

référence aux programmes :

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